jueves, 17 de marzo de 2016

Cruzamos el punto de no retorno del Calentamiento Global (y esas son la buenas noticias)

DURANTE EL ÚLTIMO MES NUESTRO PLANETA EXPERIMENTÓ LAS TEMPERATURAS MÁS ALTAS JAMÁS REGISTRADAS EN LA HISTORIa.


El miércoles 2 de marzo de 2016 fue un día como cualquiera, pero marcó un umbral imperceptible que el planeta y todos los seres que vivimos en él atravesamos por unas horas: cruzamos los 2°C que los gobiernos del mundo colocaron como el punto de no retorno del calentamiento global. Aunque esta medida es arbitraria, se basa en las temperaturas promedio registradas históricamente; desde el inicio de la era industrial en el siglo XIX hasta octubre del año 2015 la temperatura global aumentó 1°C, y sólo 5 meses después se incrementó otro grado.

Las consecuencias de este aumento general de la temperatura no siempre son visibles, pero ya existen indicios de que los problemas asociados al calentamiento global no serán cosa de las "generaciones futuras", sino que amenazan a nuestra propia civilización. Por ejemplo, los organizadores de la famosa carrera de trineos Iditarod --donde los carros tirados por perros entrenados cubren una distancia de más de 1,600km-- tuvieron que traer nieve desde otros sitios debido a que el invierno fue caluroso y en la mayor parte del hemisferio fue más bien caliente.

Información dada a conocer por la NASA el sábado 12 de marzo confirmó que febrero fue el mes más caliente registrado en la Historia, con 1.35°C por encima del promedio histórico. Febrero también tuvo el infame récord de haber superado a enero (el mes más caliente registrado hasta entonces) por 0.2°C. No queremos alarmar a nadie ni ser amarillistas, pero febrero de 2016 fue el mes más caliente que la especie humana ha vivido en el planeta.

Sin embargo, es necesario recalcar que sólo 7% de los gases de invernadero se quedan en la superficie terrestre, donde sentimos sus efectos a través de eventos meteorológicos como el ciclón tropical Winston que azotó las costas de Fiji en febrero, registrando los vientos más fuertes de la Historia; otro efecto superficial del calentamiento global es la diseminación del mosquito que transmite el virus de Zika, y un efecto más puede hallarse en la sequía que azotó a Siria, la cual ha movilizado a miles de familias por Europa, creando un ambiente de tensión racial y social.

¿A dónde va el 93% del calor restante? A los océanos.
Blanqueamiento de corales en el Pacífico Sur (Crédito: XL Catlin Seaview Survey, 2016)Blanqueamiento de corales en el Pacífico Sur (Crédito: XL Catlin Seaview Survey, 2016)

Las altas temperaturas del Pacífico (que se corresponden con los mínimos históricos registrados de hielo polar) producen un fenómeno conocido como "blanqueamiento de corales" (en el GIF superior), donde los arrecifes de coral del océano son incapaces de alimentarse y mueren, dejando inmensas barreras de huesos. Solamente en tres ocasiones se han registrado blanqueamientos coralinos: en 1998, en 2010 y en 2016, años donde El Niño hizo su aparición. Por las altas temperatura del Pacífico (llegando en algunos sitios a superar los 6ºF) se espera que a fines de este año también aparezca La Niña (temperaturas bajísimas del agua).
Nunca ha estado muy claro si una acción correctiva global podría frenar los devastadores e imprevisibles efectos del cambio climático, o si el umbral de la temperatura representa un signo de no retorno por el que nos encaminamos a una catástrofe medioambiental irremediable. Sin embargo, activistas como Bill McKibben se preparan para manifestarse en forma de desobediencia civil no violenta en los mayores depósitos de carbono del planeta: las minas de carbón de Australia, las minas de alquitrán de Canadá y los yacimientos de gas de Rusia. Como afirma McKibben, "el único lugar seguro para el carbón es enterrado bajo el suelo, donde ha permanecido por eones".

fuente/PIjamasurf

miércoles, 16 de marzo de 2016

NEUROPOLÍTICA. Las emociones de la segunda sesión de investidura

El pasado 1 de marzo, desde Emotion Research Lab se analizaron las emociones de los candidatos en la  primera sesión de investidura en la que se mostró la INDIGNACIÓN de Pedro Sánchez en su discurso de investidura o la traición que Alberto Garzón sentía hacia el pacto PSOE-Ciudadanos que se cerró abruptamente la semana pasada. El portavoz de Ciudadanos se mostraba CONSTERNADO y el del PP, Rafael Hernando, INDIGNADO ante la situación. Pablo Iglesias fue el que se mostró más tajante en sus declaraciones de las que se desprendía ODIO a la salida del Congreso.


Un día después, los diputados volvieron a las bancadas para argumentar su votación a favor o en contra del candidato a Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La segunda sesión de investidura duró más de diez horas y en ellas se vivieron momentos anecdóticos, como el beso de Pablo Iglesias y Xavier Domènech, de Podemos y momentos tensos como la descalificación de Iglesias a Felipe González y su relación con los GAL cuando le acusó de tener “el pasado manchado de cal viva”. También hubo momentos emotivos y apasionantes que desde Emotion Research Lab hemos querido analizar para observar las emociones de la segunda sesión de investidura.
Como ya se anticipaba, el líder socialista no fue investido presidente ya que solo obtuvo 130 votos (los de PSOE y Ciudadanos), lejos de los 176 que habrían sido necesarios.

Las emociones de la segunda sesión de investidura

La traición de Pedro Sánchez


Los cruces entre Pedro Sánchez y el resto de partidos estuvieron presentes durante toda la jornada pero fueron especialmente duros los que se profirió con Pablo Iglesias. En esta parte de su discurso, el líder socialista acusó a los diputados de Podemos de no apoyar su investidura y, por tanto, de no querer que se forme gobierno en España cuando ya han pasado 73 días desde las elecciones generales. El análisis facial de emociones muestra la TRAICIÓN de Pedro Sánchez cuando se dirigía a Podemos. Sus emociones resultan muy coherentes con su verbalización puesto que Sánchez ha estado durante semanas tratando de pactar con las “fuerzas del cambio” y únicamente ha conseguido el apoyo de Ciudadanos y el alejamiento cada vez más claro de Podemos. Esta emoción se mezcla también con la indignación, la consternación o el enfado que Sánchez manifiesta ante esta situación.

El orgullo de Mariano Rajoy


El actual presidente en funciones acudió a la sesión de investidura tras haber declinado el ofrecimiento de Felipe VI a ser investido Presidente del Gobierno. Rajoy hizo uso del turno de alusiones, por el que fue reprendido por Patxi López, dirigiéndose a Albert Rivera. En esta parte mostró el ORGULLO al hablar de las elecciones ganadas por el PP. Rajoy resulta coherente con su verbalización ya que él se siente satisfecho de haber ganado las elecciones a pesar de que al no tener mayoría absoluta, él no haya podido ser Presidente del Gobierno de España por segunda legislatura consecutiva. Además, el líder popular también expresó TRAICIÓN y TRISTEZA al referirse a la investidura de Pedro Sánchez por la que su partido votó en contra el miércoles y previsiblemente lo hará el viernes de la misma manera.

La consternación de Pablo Iglesias


Pablo Iglesias construyó un discurso lleno de fuerza y con acercamientos a la clase trabajadora donde parafraseó a símbolos de la izquierda como el propio fundador del PSOE, su homónimo Pablo Iglesias. En este fragmento de su discurso, Iglesias repetidamente negó que Podemos fuera a votar a favor de la investidura de Sánchez o a favor del pacto que el partido socialista ha firmado con Ciudadanos. Pablo Iglesias afirmó que este pacto estaba hecho “a la medida de las oligarquías”. La CONSTERNACIÓN fue la emoción  clave revelada por Pablo Iglesias en este momento de su discurso, combinación de sorpresa y miedo. Llama la atención laINDIGNACIÓN que muestra al dirigirse al PSOE y recordarle que ha elegido pactar con Ciudadanos, y no con ellos, a los que al principio de la campaña identificaba como “las nuevas generaciones del Partido Popular”.

La indignación de Albert Rivera


Albert Rivera realizó en esta sesión de investidura el discurso más emotivo de los que se concedieron en el Congreso. Su partido, junto con el PSOE, era el único que había firmado el pacto de gobierno junto a Pedro Sánchez y el único que iba a votar a favor de esta investidura. La tranquilidad que le proporcionaba esta postura dada por los acontecimientos, confirió a su discurso una coherencia absoluta. La INDIGNACIÓN y la CONSTERNACIÓN fueron el eje del discurso cuando hablaba del pasado y de las reformas y los cambios que piensan llevar al Congreso. El ODIO mostrado en “no hemos venido aquí para que todo siga igual” o en “nunca quisieron algunos de ustedes” muestra el rechazo del líder de Ciudadanos hacia la vieja política y el ORGULLO en “estoy orgulloso de ello” muestra su deleite hacia los cambios que actualmente se han llevado a cabo en la formación del Congreso con los cientos de nuevos diputados de los nuevos partidos como Ciudadanos o Podemos.

La traición de Alberto Garzón


Al igual que en la comparecencia de prensa del líder de IU tras la primera sesión de investidura, las emociones de la segunda sesión de investidura de Alberto Garzón vuelven a repetirse y este muestra otra vez TRAICIÓN hacia el PSOE y el “acuerdo económico de derechas” que ha firmado con Ciudadanos. Es tajante el joven diputado al hablar de “quitarle la economía a Albert Rivera” donde muestra una mezcla de ODIO, combinación de enfado y desagrado, y ORGULLO, combinación de enfado y felicidad, que indica la indignación que esta situación le produce al ver cada vez más lejos el gran pacto de izquierdas que semanas atrás tenía altas probabilidades de llevarse a cabo.
Este próximo viernes se llevará a cabo la tercera sesión de investidura, donde Pedro Sánchez tendrá una nueva oportunidad de ser investido si obtiene mayoría simple del Congreso. Seguiremos atentos a los próximos meses, puesto que todo indica a que tampoco en este caso Sánchez logrará suficientes apoyos.
fuente/barometropoliticoemocional.com


Sabiens entrevista a Valdeandemagico sobre "PPT": Petróleo, Pirámides y Teletransportación



Grandes Secretos Olvidados.

“El Sentimiento, es la Oración”Gregg Braden.





En este video, Gregg Braden nos comenta que la cultura occidental ha olvidado dos grandes secretos: 1.- El espacio no está vacío como pensábamos, sino que está lleno de esencia viva, una energía vibratoria oscilante; 2.- nuestra experiencia anterior afecta al mundo a través del espacio.

Gregg Braden es científico y ve que estos aspectos han sido olvidados por la ciencia moderna. Sin embargo, otras tradiciones o culturas sí que tienen en cuenta estos secretos. Por eso Gregg Braden viajó para hablar con ellos. Su conclusión, es que podemos afectar a nuestro cuerpo y nuestro entorno (la realidad física).

Respecto al secreto 1, hay varios nombres para definirlo: holograma cuántico, mente natural, mente divina, el campo, la matriz, la matriz divina, mente consciente e inteligente, etc. Podemos influir sobre esta esencia con el corazón, no con la mente. El corazón tiene una fuerza electromagnética superior al cerebro. Por eso podemos decir que todo está interconectado.




En este video nos habla de la importancia de tener autoestima y pensamientos positivos. Nuestros pensamientos representan la imagen de la posibilidad cuántica. Entonces es importante parar atención a lo que pensamos, ya que lo que pensamos, sea amor o temor, configura nuestro futuro. Hay que poner energía en nuestros pensamientos, para que no sean pensamientos vacíos. Los pensamientos deben ser claros, específicos, personales. Así los traemos al mundo físico a través de la matriz divina, que es como un reflejo de nustros pensamientos que se nos muestra en el mundo exterior. Debemos, pues, interiorizar lo que queremos y no lo contrario.

Según Gregg Braden, esta teoría formaba parte de nuestra tradición espiritual judeocristiana, pero la perdimos en el siglo IV, ya que en el Concilio de Nicea se eliminaron textos sagrados muy importantes, se modificaron otros y nuestra Biblia está incompleta. Por eso vale la pena estudiar otras culturas, que no perdieron este secreto. Como muestra de esta “supresión” de documentos podemos intentar redescubrir las obras de los Manuscritos del Mar Muerto, que nos muestran muchos más libros de los que actualmente recoge la Biblia, con mensajes muy profundos.

Pensamiento, sentimiento y emoción son tres emociones corporales interrelacionadas. ¿Cómo? Sabemos que tenemos 7 chakras. Pues bien, el pensamiento está en los tres chakras superiores. La emoción en los tres inferiores. La fuerza de la emoción dota de vida a nuestro pensamiento y ambas energías se unen en el chakra del centro, que es el del corazón, que es el sentimiento. Esto genera ondas electromagnésticas que influyen a lo que nos rodea. Según Gregg Braden, las tradiciones antiguas nos hablan de dos emociones básicas: amor y ausencia de amor (temor), que por tanto, son dos aspectos de lo mismo, en diferente grado, y que pueden generar diferentes sentimientos: dicha, ira, miedo, compasión, etc.




Gregg Braden nos dice que el sentimiento que se pone en el rezo es sumamente importante. Debemos repetir nuestros rezos con nuestras afirmaciones y con sentimiento.

Gregg Braden también nos dice que la compasión es la fuerza que contiene y mantiene unido a todo el Universo. Nos habla de un experimento en que, separando varias partículas conectadas energéticamente entre ellas, al actuar sobre una de ellas, las otras también se veían afectadas por la actuación, aunque estuviesen separadas varios kilómetros entre sí.

Una vez que la materia se une, aunque se separe, sigue unida por la energía. Sabiendo entonces que el universo se está expandiendo y que al principio el universo era todo materia concentrada, del tamaño de un guisante, debemos saber que a pesar que nos hayamos separados, tenemos todos la misma conexión energética.

Nuestras oraciones, nuestras afirmaciones, nuestra creencia, nuestro lenguaje, si salen desde el corazón, tienen un efecto inmediato sobre nuestro cuerpo y nuestro entorno. Por tanto, seamos conscientes de lo que albergamos en nuestro corazón. Debemos ser muy concretos respecto a lo que queremos. El mundo de la posibilidad cuántica sólo entiende los mensajes en presente. Debemos ser muy concretos sobre la posibilidad que elegimos.

Entrevista realizada a Gregg Braden, durante su participación en la película de Louise Hay, “Usted Puede Sanar su Vida”. Científico investigador, que ha unido el mundo de la ciencia con el espiritual, nos da varias pistas para nuestro despertar y expansión de consciencia. Autor de varios libros, entre ellos “El efecto Isaías” y “El tiempo fractal”, entre otros.


antidoto-conciencia.blogspot.cl
www.greggbraden.com
vía(Selenitaconsciente.com

Los OVNIs de la Estación Espacial.

Ç
fuente/Mundo Desconocido.es

Los científicos revelan la causa de la catástrofe climática en Marte.

Por la misma razón podría haberse alterado el eje de giro del planeta rojo.

nasa.gov


Un equipo internacional de cosmólogos de Francia, Senegal y EE.UU. explica por qué Marte pasó de ser un planeta con varios depósitos de agua en un desierto quemado por la radiación. Su investigación, publicada en la revista 'Nature', revela la causa de este drástico cambio climático.

La 'culpa' la tiene la región montañosa de Tharsis, situada en la zona ecuatorial del planeta. Esta región concentra los volcanes más grandes del Sistema Solar, entre ellos el volcán Olimpo, de 21.000 metros de altura. Los científicos creen que la formación de Tharsis podría haber alterado el eje de giro de Marte, lo que provocó una catástrofe climática.
Los cálculos topográficos demostraron que tras el surgimiento de Tharsis el sistema de ríos de Marte se desplazó del ecuador hacia los polos, donde ahora se observan capas de hielo. Según la opinión de los expertos, las erupciones masivas de volcanes que tuvieron lugar hace unos tres millones y medio de años provocaron la alteración del eje de giro planetario a causa del exceso de presión a la litosfera y el posterior cambio del clima marciano. 
fuente/RT


lunes, 14 de marzo de 2016

El poder de la voz y el uso de palabras místicas.

Que los seres humanos tenemos un potencial co-creador de la realidad enorme lo hemos dicho ya en multitud de ocasiones, y es algo repetido por todas las enseñanzas de cualquier época y tiempo. Este poder nace de la capacidad de proyectar formas energéticas de diferentes vibraciones, sea a nivel psíquico o mental, a nivel emocional o a nivel verbal, que “moldean” el entorno energético en el que existimos, para darnos la ilusión de la realidad que vemos. En este caso, vamos a profundizar en el poder de la palabra, la voz, y los sonidos que emitimos.
En culturas ancestrales abundan historias al respecto. De los rishis, o sabios de la antigua India, se decía que tenían extraordinarias habilidades, llamadas siddhis. Una de ellas era elvac-siddhi (vac=voz), por el cual cualquier cosa que el rishi dijera se convertiría en realidad. Algunas veces, sólo con pronunciar una palabra, un rishi podía materializar un ejército completo, por lo qué, para estas tradiciones, la palabra pronunciada era considerada sagrada, poderosa e inalterable. En sánscrito, por ejemplo, el termino vac (voz), es a menudo considerado como sinónimo de la diosa Shakti, la energía creativa, el poder de manifestación, y en diversas corrientes de antigua filosofía griega, puede hallarse un concepto similar en el concepto de Logos, que yo uso mucho en mis artículos si os habéis dado cuenta, como un sinónimo de grandes entes creadores. En realidad, el significado primario de logos es “palabra“, pero también significa principio creativo.
Relación entre voz y energía sexual
Si alguno ha leído las enseñanzas de Rudolf Steiner, quizás os suene que hacía múltiples indicaciones relativas al poder de la voz. Un aspecto que desarrolló particularmente es la relación entre la voz y los órganos reproductores y, como consecuencia de ello, describe múltiples consecuencias concernientes a la evolución de la humanidad, por ejemplo, en la pubertad, cuando se desarrollan los órganos sexuales, y la voz de los adolescentes cambia de tono debido a la acción de la testosterona. En las mujeres, la alteración de la voz también puede observarse en la menopausia.
En la medicina tradicional china pueden hallarse diversas conexiones entre la energía sexual y la garganta. Por ejemplo, de entre todos los órganos, se dice que el riñón está relacionado con la energía sexual. Y en la garganta se encuentran las amígdalas, las cuales tienen forma de riñones. Cuando hay una liberación de “energía” por el riñón, a resultas puede haber una inflamación de la faringe (faringitis) o de las amígdalas (amigdalitis).
De hecho, Steiner consideraba que la importancia de ciertas partes del cuerpo se está desvaneciendo lentamente, mientras que otros órganos jugarán un papel cada vez más esencial en el futuro. Los órganos sexuales pertenecen a la primera categoría, mientras que la laringe pertenece a la segunda. Además, sabemos por enseñanzas como el taoísmo que la energía sexual y la energía que nos permite conectar con las partes más elevadas del ser humano, el espíritu, el Yo superior, etc., son fundamentalmente de la misma naturaleza, y que esta última no es otra cosa que una forma refinada y redirigida de la primera. Por ello, una gran parte de las enseñanzas relacionadas con la alquimia interior enseñan a refinar y transmutar la energía sexual, para así generar los cambios necesarios para que la plenitud de nuestro Yo Superior y de todo aquello que en realidad somos, pueda ser permanentemente experimentada.
La función de la laringe
Mediante la voz expresamos nuestros pensamientos y nuestras emociones, haciendo que, lo que pensamos (en un plano o nivel mental), y lo que sentimos (en un plano o nivel emocional), pueda tomar manifestación en un plano físico. Posiblemente, en el futuro de la humanidad, la capacidad de la laringe para dar forma material a aquello que es aun solo una forma mental o emocional de un concepto llegará a ser excepcional, y que el poder creativo de la palabra se manifestará incluso en el plano físico: sólo con decir un sonido, se materializará el objeto correspondiente. Aunque las implicaciones parezcan de ciencia-ficción, el concepto no es, después de todo, diferente del vac-siddhio poder creativo de la palabra que de acuerdo con los textos sánscritos los antiguosrishis hindúes dominaban a la perfección.
Palabras místicas
De todas las palabras místicas encontradas en las enseñanzas, rituales y simbolismo de varias escuelas místicas y esotéricas, los vocablos Aum, Om y Amén son los usados más frecuentemente y generalmente reconocidos.
Muy pocas personas que usan el “Amén” parecen comprender que están usando una palabra mística, cuyo uso es más o menos incorrecto y también poco comprendido. Aum, Om y Amén son palabras idénticas en cuanto a potencial creador, aunque difieran en su naturaleza lingüística. En los tres casos, el sonido de la “m” es de extrema importancia y al pronunciar las palabras no solamente debe ser enfatizada, sino también prolongada. El resto, la “o” y el “au” y la “a” son siempre idénticas en sonido. La palabra Améndebería pronunciarse como si se deletreara “Amn”, o realmente “Am”, y es una sílaba más bien que dos. Si fuera deletreada Ahmn podríamos pronunciarla más correctamente porque la “a” nos daría un sonido claramente abierto, siendo un sonido de poder.
Sonidos de “poder”
Hemos de ser conscientes que el ser humano descubrió estas palabras, no se las inventó. Que fueran descubiertas mediante experimentos místicos o por “revelación divina” quizás no lo sabremos nunca, pero el hecho es que nuestros antepasados no seleccionaron arbitrariamente los sonidos de “ah” y “m”, sino que encontraron que estos en particular producían ciertos efectos dentro de su ser, de su aura y a su alrededor. El mero hecho de que en muchos países diferentes, separados y sin contacto unos con los otros, los nativos y culturas ancestrales adoptaran de forma independiente sonidos similares en sus rituales y cantos, para los mismos propósitos, nos da indicios de que hay un poder y una cualidad en estas vocales particulares, y en su pronunciación, que no tienen otras palabras.
Estos sonidos de Aum- Om- Amén, incorporan vibraciones de altas cualidades de poder y de conciencia “cósmica”. Los mantras están repletos de ellos, no tenéis más que buscar unos cuantos en YouTube y los escuchareis. Muchas otras palabras y nombres místicos los incorporan también, imbuyendo sus cualidades ocultas en vocablos como Rama, Padme, Omar, etc., (también presentes en mantras). Al intentar pronunciar estas palabras uno nota que se requiere un pequeño esfuerzo físico, y que, mientras se repite, la mente y el cuerpo adquieren una actitud relajada y de paz, lo cual es una condición para entonarse con esos otros niveles de consciencia más elevada casi inmediatamente.
Influencia psíquica y energética
La pronunciación correcta de los sonidos anteriores imbuidos en el Aum, el Om o el Amen, por ejemplo, tiene un efecto inmediato a través de los canales del sonido de la boca y la cabeza, sobre las glándulas pituitaria y pineal, y también sobre la tiroides. Estos efectos son transferidos físicamente a través del sistema nervioso simpático a todos los centros psíquicos y plexos del cuerpo humano. Por estas razones muchas personas, en meditación, comienzan su período de relajación y conexión con otros niveles de consciencia con la repetición de estos “aum” u “om”, repitiéndolas lentamente varias veces, tratando siempre de entonarlas en el tono correcto.
El Aum y la conexión con los diferentes reinos de la naturaleza
La palabra “aum”, es especialmente interesante, pues cada una de las tres letras que la componen tiene un poder y una importancia mística en sí misma. El sonido “a” está asociado con los poderes básicos de naturaleza física, del cuerpo y del mundo físico, y en consecuencia también se asocia al reino mineral. El sonido “u” está muy estrechamente relacionado con el reino vegetal, y con las glándulas pineal y pituitaria y tiene un efecto definido sobre ellas, pero solo cuando está asociada con la letra “a” (sola no lo tiene). En su pronunciación conjunta, la “u” debería ser muy suave y en la forma de “oo” dando un sonido que viene a ser algo así como “ahoo”, con el acento en la “ah”, donde el “ah” se extiende ligeramente y termina con el sonido de “oo”. Esto es más difícil de escribir que de hacer por uno mismo, pero espero que se entienda.
Finalmente, cuando añadimos el sonido de “m” estamos extendiendo las vibraciones desde la punta de la lengua y potenciando los otros dos anteriores. Esta última parte está también asociada con el reino animal, siendo su sonido “base”. Con la prolongación de la “m” dentro de un largo sonido zumbante al final de la palabra, estamos añadiendo el significado de la “m” al conjunto, el cual siempre ha sido asociado en la literatura antigua con el espíritu, con el amor, con el desarrollo psíquico, con la omnisciencia, etc. Analizando todos estos factores vemos que la palabra es, después de todo, una forma de sintetizar vibraciones de la Creación en forma de sonido.
Siendo conscientes de su potencial
En todo caso, estas y otras palabras son literalmente creadoras, y manifestadoras de la realidad, influencian, cuando son bien usadas, el entorno energético y psíquico de quien las usa, y, por ello, en muchas tradiciones, solo son enseñadas cuando uno accede a grados altos e internos de diferentes escuelas iniciáticas. Quizás el ser humano en algún momento recupere el potencial de la voz en todo su esplendor, y aprenda a usarlo correctamente para crear un futuro común y mejor para todos, a partir del conocimiento de que, siendo todo energía, solo hay que hacerla vibrar correctamente para llegar a ver sus efectos a nivel físico en nuestra realidad.
un abrazo,
David Topí

domingo, 13 de marzo de 2016

Ovnis encuentros cercanos del cuarto tipo. Casos Reales.

ENCUENTRO CON EL ABAD. Los esenios en el Tíbet.


En mis estudios de las tradiciones esotéricas del Perú, Tíbet, Egipto, Tierra Santa y del suroeste de América del Norte, destaca un tema que es fascinante y curioso a la vez. Las profecías de cada una de estas culturas parecen maleables, como arcilla tierna en las manos de un escultor. Al igual que la forma final de la arcilla de un escultor viene determinada por el gusto y el movimiento del artista, el tema de estas antiguas tradiciones da a entender que somos nosotros los que estamos dando forma al fruto y al destino final de la humanidad en cada momento de nuestras vidas.

Curiosamente, he descubierto algunas de las referencias más claras a estas tradiciones en documentos de Oriente Próximo, concretamente en los rollos de Qumrán de la zona del mar Muerto. Las referencias hablan de un linaje de sabiduría tan antiguo que ya era viejo en los tiempos del Egipto clásico, hace más de tres mil años. Siempre he pensado que si existía semejante información, qué mejor lugar para guardarla que en los remotos retiros espirituales de una tierra a la que todavía no ha llegado la tecnología moderna.


Seria en un lugar así donde las tradiciones perdidas en Occidente hace mucho tiempo puede que todavía se conservaran en la forma de los rituales cotidianos de sus habitantes. Aislados del mundo exterior hasta 1980, los apartados monasterios de la meseta tibetana parecían proporcionar justamente ese entorno.

En el mes de abril de 1998, tuve el privilegio de organizar una peregrinación a las altas montañas del Tíbet en busca de tales tradiciones. Irónicamente, no fue hasta que regresé del viaje que mi sospecha fue confirmada por escrito. Al cabo de unos días de haber llegado a casa en Estados Unidos, recibí un manuscrito de los nazireos, una secta de los antiguos esenios, que había sido traducido recientemente. Este texto decía que los recipientes de información, al igual que antiguas cápsulas del tiempo, habían sido estratégicamente escondidos por los esenios durante el siglo i, a fin de conservar su sabiduría para las generaciones futuras. Entre los lugares que se mencionaban claramente como depositarios de tales textos se encontraban los remotos monasterios y conventos de monjes y de monjas tibetanos.


Con la ayuda de un experto en culturas asiáticas que conocí en Inglaterra hace cuatro años, nuestro grupo fue hábilmente conducido por el paisaje tibetano hasta adentrarse en los pueblos aislados, los monasterios ocultos y los templos de cientos de años de antigüedad. Durante veintiún días estuvimos inmersos en la presencia del pueblo tibetano, en el halo sagrado que envuelve sus vidas y en la abrupta magnificencia de su tierra. Cruzamos ríos poco profundos sobre balsas de madera, recorrimos caminos desgastados y experimentamos la euforia de los pasos de montaña a más de 5.000 metros de altitud por encima del nivel del mar. Durante dos tercios del camino incluso tuvimos que abandonar la seguridad de nuestro autocar y trasladamos a un camión de fruta abierto que nos esperaba al otro lado de un corrimiento de tierra de unos cuatro pisos de altura.


Casi un tercio del viaje transcurrió a través de la zona montañosa de la meseta, por los pueblos, conventos y monasterios remotos que rara vez han visto personas de fuera de Asia, donde la gente vive como hace cientos de años, respetando las tradiciones de sus antepasados. Cada vez que entrábamos en el patio de un complejo de templos, era como si hubiéramos penetrado en una imagen congelada hace siglos de las tradiciones tibetanas. A cada paso de nuestro viaje éramos acogidos con una apertura y calidez que excedía todo lo imaginable en el entorno de la extraña belleza que impregnaba esa desolación. El propósito de nuestra peregrinación era presenciar, experimentar y aportar pruebas de ejemplos vivos de una tecnología interna que sospecho que se perdió en Occidente hace casi dos mil años. Hoy en día conocemos fragmentos de esta ciencia denominada tecnología interna de la oración.



BENDECIDOS POR EL ABAD
Un rayo de luz asomaba por algún lugar situado bastante por encima del suelo del templo. Este rayo único tenía una curiosa cualidad tridimensional, como si pudiera rodearlo con mis manos y trepar hasta su fuente. El rayo cortaba con precisión el frío y húmedo aire, denso por el humo de las innumerables lámparas de manteca y por el incienso. Giré la cabeza para ver de dónde procedía la luz. Seguí el rayo desde el punto donde contactaba con el resbaladizo y oleoso suelo hasta su fuente, y pude ver una apertura bastante por encima de nuestras cabezas.


A través de una pequeña ventana cuadrada podía vislumbrar el cielo tibetano de un color azul intenso. Salvo por la pequeña linterna que había sacado de mi mochila, este rayo del sol directo de la mañana era la única luz en el laberinto de intrincados pasillos y corredores sin salida. Me grabé mentalmente la apertura que había por encima de mi cabeza. Esta sería mi referencia con el exterior en caso de que no hubiera otros corredores que condujeran hacia el lugar de donde veníamos.

Mi esposa y yo habíamos cruzado con un grupo de veinte personas el escarpado territorio de la zona montañosa tibetana, sorteado caminos de piedra y tierra por los que escasamente pasaba un todoterreno, hasta llegar a este lugar. Durante años de investigación personal sobre las tradiciones antiguas he observado que éstas hacían alusión a un linaje de sabiduría olvidada en las sociedades occidentales. Las enseñanzas de las escuelas de misterio, órdenes sagradas y sectas esotéricas perdidas después de los tiempos de Cristo, señalaban un linaje común de sabiduría olvidada aproximadamente hace mil setecientos años. Quizá la evidencia más clara de estas tradiciones se encuentre hoy en día en el legado de las misteriosas comunidades descritas en los primeros capítulos, los antiguos esenios.


Las constantes referencias a los esenios terminaron por conducirme a una serie de viajes en busca de pruebas directas y tangibles de sus enseñanzas y de su importancia en nuestro mundo actual. A mediados de los ochenta estuve en los desiertos de Egipto, hice senderismo por los altos Andes peruanos y bolivianos y pasé numerosas estancias en los desiertos del sudoeste de América del Norte en busca de pruebas actuales de su sabiduría perdida. Mi lógica era que una enseñanza tan universal tenía que haber dejado más de un texto o manuscrito aislado, al estilo de los manuscritos del mar Muerto. Por significativos que puedan ser los manuscritos antiguos, las pruebas reales las hallaremos en la historia, en las enseñanzas y en las tradiciones de las propias personas. Quizá las posibilidades sean tan obvias que en los últimos tiempos se han pasado por alto.


En lugar de especular sobre textos de dos mil años de antigüedad y sobre aquello a lo que puedan estar haciendo referencia las traducciones, en presencia de los pueblos indígenas que viven la sabiduría perdida, pudimos ser testigos de sus prácticas en la actualidad. Durante el tiempo que estuvimos juntos, pudimos perfilar nuestras preguntas y comprobar nuestras respuestas con una claridad que hasta ahora no había sido posible en las traducciones de las paredes de los templos y de los arrugados manuscritos. Además aumentó nuestro respeto por los guardianes de nuestra sabiduría perdida, adquirimos una nueva comprensión de su cultura y de sus vidas.


La clave de esta sabiduría está en encontrar documentos bastante precisos que hayan sido conservados durante mucho tiempo por algún pueblo y estén prácticamente intactos y sin alterar. Si había un lugar así, si todavía existe hoy en día, el Tíbet me pareció un buen sitio para empezar. Aislado como ha estado del resto del mundo hasta 1980, muchas de las enseñanzas y archivos se han conservado precisamente en el mismo lugar donde se colocaron hace siglos. Escondida en el «techo del mundo», en monasterios y conventos construidos hace 1.500 años, la sabiduría del linaje de los esenios debería estar a la vista, conservada en los rituales y en la vida y costumbres de las gentes del lugar. Allí estábamos en su búsqueda, arrastrando los pies a través de uno de los oscuros pasillos de uno de esos monasterios.


Aunque nos habíamos aclimatado durante más de catorce días, el rápido movimiento de mis ojos de un lado a otro todavía me producía un efecto de mareo. Hice un esfuerzo por inhalar profundamente en cuanto me di cuenta de que mi respiración se había vuelto superficial y rápida. Sin dar tiempo a mis ojos a que se adaptaran, di un paso hacia delante con cuidado hacia una tenue luz cerca del final del pasillo cargado de humo. A mi lado había unas inmensas figuras que parecían acecharnos, y la luz de mi linterna creaba un tenue camino hacia la apertura. Sin detenerme, primero giré hacia un lado y luego hacia el otro, para iluminar las formas humanas esculpidas en proporciones gigantescas. El brillo de mi linterna descubrió grandes pinturas detrás de cada figura, murales que se perdían en la oscuridad hacia un techo que sólo podía adivinar que estaba allí.


De pronto mi atención se apartó de las siniestras figuras para centrarse en un apagado y familiar sonido que venía de lejos. Como un zumbido grave de muchos sonidos relacionados, las notas se fundían en un tono continuo. Parecía que venía de todas partes a la vez. Proseguí pisando con cuidado el terroso suelo, resbaladizo por los seiscientos años de derramarse el aceite sobre él. Los monjes que se apresuraban por este corredor con sus urnas de manteca de yak lo habían convertido en un camino peligroso. Era el único acceso a la estancia más sagrada del monasterio. Cuando crucé un umbral de madera con relieves, el sonido fue aumentando de intensidad. Al pisar el frío suelo, tuve que volver a dejar que mis ojos se adaptaran.

Las tres paredes de esta diminuta cámara me rodeaban con el parpadeo de pequeñas llamas. Cientos de velas de manteca de yak en deslustradas lámparas de latón iluminaban la habitación con un resplandor casi surrealista. Aunque cada lámpara era pequeña, el calor que producían todas ellas en conjunto hacía que la habitación resultara considerablemente cálida. Un joven monje se sentó delante de mí, marcando rítmicamente un sonido en un estado como de trance, mientras cantaba un canto del libro de oraciones que tenía delante. La voz de Xjinla, nuestro traductor, me susurró al oído (En tibetano, el sufijo -la se añade al final de un nombre como señal de respeto. De ahí que el nombre de «Xjin» se convierta en «Xjinla».)

-Esta es la sala de los protectores -dijo Xjinla. Y adelantándose a mi pregunta, antes de que se la formulara, prosiguió-: Los protectores son las deidades que invocamos para alejar a las fuerzas de la oscuridad que puede que intenten adentrarse en la siguiente habitación.
 

* Se han cambiado los nombres de nuestros guías y traductores para respetar su intimidad.
Siguiendo las normas del monasterio, respetuosamente pasamos por la izquierda, dejamos atrás al monje y nos dirigimos a la puerta de la siguiente estancia. Yo fui el segundo en entrar, después de nuestro guía. De poco más del tamaño de un pequeño cubo, el espacio parecía estar aún más reducido por una viga de refuerzo que se encontraba justo en el medio.
 

Allí, al pálido reflejo de aproximadamente media docena de velas, estaba la razón de haber recorrido medio mundo, viajado por dos continentes, cruzado diez husos horarios y habernos adaptado a uno de los aires más rarificados de la Tierra. Sentado con sus piernas hábilmente colocadas sobre gruesos cojines de lana debajo de sus hábitos estaba el abad del monasterio, el anciano guía espiritual de esta secta de monjes. Me sentí muy honrado de tener la oportunidad de estar unos pocos y valiosos momentos en presencia de este hombre. Para mi sorpresa, esos primeros momentos serían el inicio de una audiencia que duraría casi una hora.

Las formalidades fueron lo primero. Todos llevábamos un chal de color blanco para ofrecérselo en señal de respeto. Nos habían dado instrucciones para doblar cuidadosamente el chal, que se llama bata, llevárselo al abad y entregárselo. Tras recibir su presente, el abad o acepta el chal como regalo o te lo devuelve bendecido. Si los guarda, recuerdo haberme preguntado: ¿qué hará este hombre con veinticuatro chales en su diminuta habitación?


Xjinla fue el primero en ofrecer su bata, y con ello nos enseñó cómo hacerlo: se arrodilló al nivel del hombre de aspecto frágil sentado sobre cojines. Inclinando su cabeza, este tibetano presentó su chal en señal de respeto con las manos abiertas y mirando hacia arriba. El abad lo aceptó, se lo puso y se lo volvió a sacar bendiciéndolo, para después devolvérselo a Xjinla colocándoselo alrededor del cuello mientras este todavía estaba inclinado ante él. Yo fui el siguiente.


Al acercarme, al abad, de pronto sentí una extraordinaria sensación de eternidad, ese sentimiento que tiene lugar en un momento en que el mundo parece ir a cámara lenta. Muy lentamente, me incliné con respeto, presenté mi bata y esperé a que el abad me lo devolviera. Parecía que habían pasado muchos segundos, con seguridad más de los que debería haber durado el ritual. En un acto de curiosidad, levanté la cabeza justo en el momento en que el abad se inclinaba hacia mí. Levantó los brazos para colocarme el chal alrededor del cuello, sostuvo gentilmente mi cabeza entre sus manos y tocó su frente con la mía.


Al momento sentí una afinidad con este hombre a quien había visto por primera vez hacía tan sólo unos minutos. La afinidad de pronto se convirtió en confianza: levanté la vista y me atreví a mirarle directamente a los ojos. Lo que sé es que esos segundos fueron eternos. Consciente de que había violado la costumbre de mantener la cabeza inclinada durante la ceremonia de ofrecimiento, no estaba seguro de cómo iba a ser recibida mi mirada. La incomodidad fue muy breve. El abad demostró su dominio substituyendo la inseguridad del momento con gracia y soltura. Con su gesto de apertura, supe que mi tiempo para la ceremonia había terminado. También supe que algo se había abierto, una oportunidad para explorar los recuerdos de este hombre y la experiencia de sus enseñanzas. Era el turno de la siguiente persona.


fuente/Biblioteca Pleyades//por Brad Hunter

Los guerreros perdidos de Cartago.

Después de la caída de Cartago ante la pujante Roma, muchos soldados cartagineses lograron escapar y desde España, con sus aliados celtas, viajaron a América para asentarse en Perú junto a los guerreros de la tribu Chachapoya.