Pío de Pieltrecina, nacido el 25 de mayo de 1887, fue uno de los más célebres miembros de la iglesia católica al portar los estigmas de Cristo. Estas llagas, que también llevaba San Francisco de Asís, lo convirtieron en un personaje de gran importancia en las creencias cristianas. Así mismo, la Iglesia Católica habría reconocido innumerables milagros del clérigo, principalmente sanaciones y apariciones en dos puntos de manera simultánea.
Sin embargo, el Padre Pío de Pieltrecina es ante todo reconocido por la misiva que habría enviado a la Comisión de Heroldsbach, creada por el Vaticano, en la que presenta la inminente llegada de una catástrofe de dimensiones gigantes sobre la faz de la tierra.
La profecía completa pueden leerla aquí. En ella, el Padre advierte a la humanidad de los aciagos días por llegar y afirma que han de orar si quieren salvarse: “Arrodillaos delante de un crucifijo, arrepentíos de vuestros pecados y pedid la protección de Mi bendita Madre María Santísima. No miréis durante el terremoto porque la cólera de Dios es Santa”. La profecía ha calado hondo en miles de creyentes que hoy se unen para afirmar que la hora ha llegado y los eventos predichos por el padre están cerca.
De acuerdo con la profecía, un día de invierno se desencadenará un fenómeno terrible que llevará a 3 días de completa oscuridad y a la muerte de más de la mitad de la población humana. Solo aquellos que han sido elegidos por el espíritu podrán salvarse. De acuerdo con el padre, solo las velas bendecidas el día de la candelaria darán luz.
Quienes creen en las profecías del santo afirman que las recientes catástrofes son una prueba de que la profecía se acerca. De acuerdo con estas personas, un impacto de meteorito o una gran erupción volcánica podrían llevar a los 3 días de oscuridad predichos por el sacerdote, lo que a su vez desencadenaría una catástrofe de proporciones bíblicas. Sin embargo, el Padre Pío jamás especificó la fecha en que sucedería el evento. La profecía completa pueden verla aquí:
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo al Padre Pío de Pietrelcina
(P.H. de FD. Transcripción Febrero del 2013)
Este es un extracto de una carta personal escrita por el Padre Pío (Sacerdote Capuchino estigmatizado) en 1950, dirigida a la Comisión de Heroldsbach, indicada por el Vaticano, el cual testifica la verdad y realidad de estas revelaciones dadas por Nuestro Señor Jesucristo al Padre Pío; la cual nos avisa del inminente castigo a la humanidad.
Habrá gente que razone que no sucederá lo predicho en ésta profecía, debido al tiempo transcurrido desde la fecha en que fue dado este mensaje hasta el día de hoy, y porque aún el castigo no ha llegado. Pero no es así; solo Dios sabe el tiempo.
Al respecto bástenos saber lo que nos dice San Pedro en la Sagrada Biblia (II Pedro, cap. 3, v. 2 al 12):
"...para que tengais memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando en sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Donde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron , todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en el agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Más, oh amados, no ignoreis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡Como no debeis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurandoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán! "
P.H. de FD.
Extracto del mensaje revelado por Nuestro Señor Jesucristo al Padre Pio de Pietrelcina.
... "Perseverad en la oración para que el adversario no tenga dominio sobre vos. Decid al pueblo que esté preparado en todo momento porque Mi juicio caerá sobre ellos repentinamente y cuando menos lo esperen. Nadie escapará de Mi mano, los encontraré a todos. Protegeré al justo."
"Observad el sol, la luna y las estrellas de los cielos y cuando aparescan indebidamente alterados y revueltos, debeis saber que no está lejano el día. Permaneced unidos en la oración y vigilantes hasta que el ángel de la destrucción haya pasado de vuestras puertas. Rogad para que esos días sean acortados."
"Una y otra vez he avisado a los hombres y a menudo les he dado oportunidades especiales para volver al verdadero camino, pero ahora la perversidad ha alcanzado su punto máximo y el castigo no puede aplazarse por más tiempo.
Decid a todos los hombres que ha llegado el tiempo en que todas estas cosas se cumplirán. Mi bien amado, tened confianza que estoy entre vosotros.
Mi reino será glorificado, y Mi nombre será bendito desde la salida del sol hasta la puesta y Mi reino no tendrá fin.
Rogad, haced reparación, sed fervientes y mortificados. Muchas cosas están en peligro. Rogad..."
"Los hombres corren hacia el abismo del infierno, dedicados a las diversiones y a pasarlo bien, como si fueran a un baile de máscaras o a las fiestas de una boda del mismo diablo.
La medida del pecado está colmada y el día de la venganza, con sus terroríficos sucesos, está cerca, más cerca de lo que os podeis imaginar, y el mundo duerme en una falsa seguridad.
El juicio Divino los golpeará como una descarga de rayos. Éste pueblo sin Dios y perverso será destruido sin piedad como los habitantes de Sodoma y Gomorra de la antigüedad. Sí, Yo os digo que su perversidad no fué tan grande como la de los seres humanos actuales."
"Mantened las ventanas bien cubiertas. No mireis fuera. Encended una vela bendita que bastará para muchos días. Rezad el Rosario, leed libros espirituales y haced actos de amor que tanto Nos agradan. Rezad con los brazos extendidos o postrados sobre el suelo de manera que se puedan salvar muchas almas.
No salgais de casa. Haced acopio de alimentos. ¡Se desatarán las fuerzas de la naturaleza y una lluvia de fuego hará temblar de miedo a las gentes! Tened valor, estoy entre vosotros."
"Cuidad de los animales en esos días. Soy el Creador y preservador de todos los animales, así como del hombre. Os daré de antemano algunos signos para que en ese tiempo pongais más alimento delante de los animales. Preservaré la propiedad del escogido, incluyendo los animales, pues ellos necesitarán sustento después. Que nadie atraviese los recintos ni salga incluso para alimentar a los animales. El que dé un paso fuera perecerá. Cubrid las ventanas cuidadosamente. Mi escogido no deberá ver Mi ira.
Tened confianza en Mí. Yo seré vuestra protección. Vuestra confianza me obliga a ir en vuestra ayuda. La hora de Mi llegada está cerca, pero mostraré misericordia.
Los tiempos serán testigos de los más terribles castigos. Mis ánge-les que serán los ejecutores de este trabajo, están preparados con sus afiladas espadas. Tendrán especial cuidado en aniquilar a todos aquellos que se burlan de Mí y no creen en mis revelaciones."
"Huracanes de fuego se derramarán a través de las nubes y se extenderán por toda la tierra durante dos días; una lluvia ininterrumpida de fuego tendrá lugar. Empezará durante una noche muy fría, y todo esto para probar que Dios es el dueño de la creación. A aquellos que estén en estado de gracia no les sucederá ningún mal, ni tampoco a los que busquen la protección de Mi bendita Madre María Santísima."
"Para que estáis preparados para éstas visitas os daré los siguientes signos e instrucciones:
La noche será muy fría. El viento rugirá y a continuación se oirán rayos y centellas. Cerrad vuestras puertas y ventanas, y no hableis a nadie fuera de la casa.
Arrodillaos delante de un crucifijo, arrepentíos de vuestros pecados y pedid la protección de Mi bendita Madre María Santísima. No mireis durante el terremoto porque la cólera de Dios es Santa."
"El viento traerá consigo gases envenenados que serán difundidos sobre la tierra entera.
Aquellos que sufran y mueran inocentemente serán mártires y estarán conmigo en Mi Reino.
Satanás triunfará, pero al cabo de tres noches el terremoto y el fuego cesarán. Después de estos días el sol volverá a brillar y los ángeles descenderán del cielo y extenderán el espíritu de paz sobre la tierra. Un sentimiento de inmensa gratitud tomará posesión de aquellos que sobrevivan a ésta terrible prueba, el castigo más amenazador con que Dios haya visitado la tierra desde la creación."
"Pronto caerá sobre el mundo entero el más terrible castigo, como nunca antes ha sido testigo, un castigo terrible que nunca antes se ha experimentado. Con que indiferencia miran los hombres estas cosas que tan pronto caerán sobre ellos, contrariamente a lo que esperaban. Con que indiferencia se preparan para estos inauditos hechos por los cuales tendrán que pasar en breve. El peso de la Divina balanza ha alcanzado la tierra.
La ira de Mi Padre se derrama sobre el mundo entero. Estoy de nuevo avisando al mundo a través vuestro, como a menudo he hecho en otros tiempos.
Los pecados de los hombres se han multiplicado sin medida; las irreverencias en la Iglesia, orgullo pecaminoso cometido en fingidas actividades religiosas, falta de amor fraterno, indecencia en el vestir especialmente en los lugares de veraneo. ¡El mundo está lleno de iniquidades! "
"Esta catástrofe caerá sobre la tierra como un chorro de luz, en cuyo momento la luz del sol de la mañana será reemplazada por profunda obscuridad. Nadie deberá abandonar la casa ni mirar a través de la ventana desde aquel momento en adelante.
Yo mismo vendré entre el trueno y el relámpago. El perverso contemplará Mi Divino Corazón.
Habrá gran confusión a causa de esta profunda oscuridad en la cual la tierra será envuelta, y muchos morirán de miedo y desesperación. Aquellos que hayan luchado por Mí recibirán gracias de Mi Divino Corazón, y el grito de: ¡Quien como Dios! servirá de medio de protección para muchos.
Sin embargo, muchos se quemarán en los campos como hierba seca. Los sin-Dios serán aniquilados, de manera que el justo, después, podrá empezar de nuevo."
"Durante el día, tan pronto como la completa oscuridad se haya introducido, nadie abandonará la casa, ni deberá ver a través de la ventana. La oscuridad durará un día y una noche, seguida por otro día y otra noche, y otro día; pero en la noche siguiente el sol se levantará y será primavera.
En los días de oscuridad, Mi escogido no deberá dormir como los discípulos en el Huerto de los Olivos. Orarán incesantemente y no serán defraudados por Mí. Reuniré a mis escogidos.
El mismo infierno se creerá estar en posesión de toda la tierra, pero Yo la reclamaré. ¿Pensáis quizá, que Yo permitiría a Mi Padre que tan terribles castigos cayeran sobre el mundo, si el mundo volviera de la iniquidad a la justicia? Pero, a causa de Mi gran amor, será permitido que estas aflicciones caigan sobre el hombre; aunque muchos renegarán de Mí, aun millares de almas serán salvadas por ellos. Ningún entendimiento humano puede sondear la profundidad de Mi Amor."
"Rezad, rezad, deseo vuestras oraciones. Mi querida Madre María Santísima, San José, Santa Isabel, San Conrado, San Miguel, San Pedro, Santa Teresa y vuestros ángeles custodios serán vuestros intercesores, implorad su ayuda.
Valientes soldados de Cristo, a la vuelta de la luz, dad cada uno gracias a la Santísima Trinidad por su protección."
"La devastación será grande, muy grande, pero Yo vuestro Dios habré purificado la tierra. Estoy con vosotros, tened confianza en Mí. Pensad que no sois eternos. Pensad, el tiempo es breve. Sí, pensad que ésto es para que cambiéis, para que vuestra vida sea amor. Pensad que podeis morir dentro de un momento. Que tal vez muchos de vosotros que leéis estas lineas no amanecereis...
Meditad y tomad todo esto como misericordia y amor del Dios que es amor y por amor ya no permitirá que os perdáis más. ¡Cambiad!
No penséis más en lo vano, pensad en lo eterno, que para eso fuisteis creados, para vivir eternamente.
Rogad, sí, para que se os conceda la gracia de tener el alma preparada para recibir la muerte en gracia de Dios. ¡Ésto es lo más importante! " †
Oración para pedirle protección a la Santísima Virgen María
Reina de los cielos y soberana Señora de los ángeles,
que has recibido el poder y la misión de aplastar la
cabeza de Satán, envíanos, te suplicamos, tu santa legión
de ángeles, a fin de que bajo tus órdenes persigan al
enemigo que nos asecha, rechacen sus ataques tenebrosos,
y lo precipiten en el abismo de fuego eterno. Amén.
†
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro
amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio,
que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial,
con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno
a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan
por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
†
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal:
Ten piedad y misericordia de nosotros y del mundo entero.
Sálvanos para que no perezcamos. Amén
†
Creo en el misterio de la Cruz.
Confieso a mi Señor Jesucristo.
Con mi vida defiendo el Evangelio,
y a la Iglesia, que es:
Una, Santa, Católica y Apostólica. Amén †
P.H. de FD.
Breve semblanza del Padre Pío
Francesco Forgione (Padre Pío de Pietrelcina), nació el 25 de Mayo de 1887.
Desde pequeño tuvo gran sensibilidad en cuanto a las cosas de Dios, a los 5 años de edad ya había prometido fidelidad a San Francisco de Asís; el 6 de Enero de 1903 entra en la vida religiosa como monje Capuchino y fue ordenado como Sacerdote de la Iglesia Católica el 10 de Agosto de 1910; recibió de Dios los estigmas(*) visiblemente el 20 de Septiembre de 1918 llevándolos consigo durante 50 años, desapareciendo éstos sin dejar cicatriz alguna 3 días antes de su fallecimiento.
Su vida fue colmada con grandes gracias y dones de Dios; fue vidente, profeta, taumaturgo, confesor, místico, asceta y misionero; también le fue concedido el don de "bilocación", el de conocimiento de conciencias, el de devolver la vista a los ciegos, entre otros muchos dones.
Pasaba hasta 18 horas diarias en el confesionario, perdonando los pecados de las almas arrepentidas, y se sabe que durante su Sacerdocio confesó a casi 5 millones de hombres y mujeres arrepentidos.
Si se quiere saber acerca de su vida, dones y milagros, puede encontrarse gran información, ya que se han escrito cientos de libros y artículos sobre el Padre Pío a escala mundial.
(*) Estigmas: las heridas de manos, pies y costado de Nuestro Señor Jesucristo