sábado, 24 de enero de 2015

Energías Negativas y Agua Salada.

1. ¿Qué es el remedio de agua salada?

Los fantasmas (demonios, diablos, energías negativas, etc.) afectan a la gente y crean distintos tipos de malestares a través de su energía sutil negra. Esta energía puede crear problemas como depresión, pensamientos confusos, mal funcionamiento de un órgano, etc. que a su vez crean dificultades aún más graves como adicciones, problemas financieros, dolores en el cuerpo, etc.

Description of black energy
Estas entidades transmiten su energía negra a la gente que atacan o que escogen como blanco, y crean grandes depósitos de energía negativa en sus cuerpos. Es difícil deshacerse de esta energía negra si no es a través de un remedio espiritual generalizado como la  práctica espiritual o por uno más especifico como los baños de agua salada.
El remedio de agua salada es un remedio espiritual bastante simple y poderoso que nos ayuda a contrarrestar esta energía negra no visible y perjudicial, y a eliminarla de nuestro sistema. Si realizamos este remedio no perdemos nuestra energía espiritual (derivada de nuestra práctica espiritual) al tratar de contrarrestar esta energía negra y más bien la utilizamos para dar lugar a nuestro crecimiento espiritual.

2. ¿Cuándo deberíamos usar este remedio?

Cada uno de nosotros está afectado por fantasmas en cierto grado, por lo que tenemos cierta cantidad de energía negra en nuestros cuerpos.  Efectuar este remedio cada día nos ayuda a remover esta energía de nuestro cuerpo.
Este remedio debe aplicarse especialmente si se tienen los siguientes síntomas:
  • Letargo
  • Reducción en la atención o alerta
  • Inhabilidad para pensar
  • Pensamientos excesivos de carácter negativo
  • Ira u otras emociones extremas
  • Estrés
  • Cualquier forma de enfermedad física
Cuando experimentamos cualquiera de los síntomas anteriores, estamos en un estado de debilidad física, emocional o espiritual. Los fantasmas nos atacan en este estado e infunden más energía negra hasta que los síntomas pasan a un grado aún mayor.
La imagen de abajo es un dibujo sutil de un fantasma que causa depresión en una persona.
Possession by a ghost creating depression in a person

Nota: Cada vez que estamos en un estado de debilidad (especialmente a nivel espiritual) estamos propensos a los ataques de energías negativas, pues es en este estado que los fantasmas (demonios, diablos, las energías negativas, etc.) requieren de la menor cantidad de energía para afectarnos.
En el caso de sufrir un malestar severo, los baños de agua salada pueden repetirse de 2 a 3 veces por día en intervalos de 2 a 3 horas para obtener mejores resultados.

3. ¿Qué se requiere para el remedio de agua salada?

  • Un balde grande
  • El agua en el balde debe llenarse hasta que pueda cubrir los tobillos (más o menos un 50% del volumen del balde)
  • Sal de roca
  • Si no es posible encontrar sal de roca, se puede usar sal marina (cristales o sal de mesa), sin embargo la efectividad del remedio se reducirá a un 30%
  • Una toalla
  • Una alfombra de pie

4. ¿Cómo se lleva a cabo el remedio?

4.1 Instrucciones paso a paso

Preparación: 
  • Llene un balde (hasta el 50%) con agua para cubrir los tobillos. Añada 2 cucharadas de sal de roca.
  • Ore a Dios con sinceridad y con fe para que la energía negra en usted sea eliminada. También ore específicamente para la destrucción de la energía negra de los fantasmas (demonios, diablos, las energías negativas, etc.) que lo afectan. La oración es un ingrediente importante que mejora la eficacia de este remedio.
El remedio:
  • Siéntese derecho con los pies sumergidos en el agua salada. Mantenga una distancia de al menos 2-3 cm entre los pies. Esto se traduce en una máxima descarga de la energía negra. Si los pies se tocan entonces se obstaculiza la expulsión de la energía negra a través de los pies.
  • Mantenga los pies en el agua salada de 10 a 15 minutos.
  • Mientras los pies estén sumergidos, cante el Nombre de Dios según la religión de su nacimiento.
Al terminar:
  • Luego de finalizar el baño exprese gratitud a Dios y ore para que se cree una cobertura protectora a su alrededor.
  • A continuación, vierta el agua salada en el inodoro y enjuague el balde con agua fresca.
  • Cante el Nombre de Dios según su religión durante 2 a 3 minutos.

4.2 Video que demuestra el remedio de agua salada



5. ¿Cuál es su mecanismo de acción?

  1. El canto y la oración causan el desprendimiento y la desintegración de las partículas de la energía negra que son generadas por el fantasma en diversas partes de nuestro ser.
  2. El agua salada (agua con sal de roca) tiene la propiedad de succionar la energía negra.
  3. A medida que la energía negra va saliendo pueden existir síntomas como bostezos, eructos, entumecimiento de las piernas, calor en los oídos y en los ojos, etc. A veces hay una sensación de viscosidad sobre los pies sumergidos. Todos estos son signos de expulsión de energía negra. También se ha observado algunas veces que después del baño, el agua salada se vuelve de color negruzco o adquiere un olor desagradable; y otras veces, inclusive el agua se calienta. Esto se debe al contacto del agua salada con las frecuencias negras que escapan del cuerpo.

6. Ejemplos del beneficio del tratamiento

6.1 ¿Qué ocurre en la dimensión espiritual al realizar el remedio de agua salada?

Madhura Bhosale, una aspirante espiritual de la SSRF con un sexto sentido avanzado (percepción extrasensorial), percibió lo que sucedía a nivel sutil cuando una persona, afectada por un  fantasma (demonios, diablos, energías negativas, etc.). realizaba este remedio. Se puede observar el efecto sobre el fantasma y también sobre su energía negra.

The effects of salt water remedy

6.2 Ilustración sutil de la eliminación de energía negra

Salt water used as a spiritual rememdy

viernes, 23 de enero de 2015

Pilotos del Dakar filman una presencia mariana conocida como "La Llorona".


La Llorona es un espectro del folclore hispanoamericano que, según la tradición oral, se presenta como el alma en pena de una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, busca a estos en vano y asusta con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen.

«...aparecía muchas veces como una señora compuesta con unos atavíos como se usan en Palacio; decían también que de noche voceaba y bramaba en el aire... Los atavíos con que esta mujer aparecía eran blancos, y los cabellos los tocaba de manera, que tenía como unos cornezuelos cruzados sobre la frente.»  Fray Bernardino de Sahagún. Historia (libro I, cap.IV).2



HISTORIAS PARA NO DORMIR. ¿Existen Entidades No Identificadas enter nosotros?

¿Se ha Sentido usted observado? ¿Ha notado una presencia cerca de usted? ¿Ha sentido en su casa que alguien lo está viendo? quizá esta presencia que siente a un lado se trata de algo que no puede ver, pero gracias a las grabaciones de la camaradas de seguridad han demostrado que existe algo.

OVNI-UFO sobre la Luna.


SBM. Solo Buena Música. Celtic Woman

 
 
 


Hollywood rompe el silencio sobre los ovnis.Por David P​arcerisa.

Cada vez más actores y celebridades de Hollywood manifiestan abiertamente sus opiniones y experiencias entorno a los OVNIS. ¿Qué​ está pasando? ¿Por qué​ antes se consideraba que hacer ciertas declaraciones podía perjudicar a sus carreras y ahora no (o al menos no con la misma gravedad)?

¿Asistimos a un progresivo cambio de paradigma social?

David P​arcerisa nos cita una lista de celebridades que se manifiestan grandes entusiastas del fenómeno OVNI.



http://www.davidparcerisa.org

Flotilla OVNI-UFO sobre el cielo de Massachusetts.

Observen que tan extraña estructura en el espacio cercano a la Tierra.

El enigma del nombre de Keops.

La Gran Pirámide de Gizeh es algo más que el monumento que identifica por antonomasia a la civilización más asombrosa que ha pasado por la historia. Se desconoce a ciencia cierta quién la construyó, cuándo y de qué manera se hizo. Tampoco se sabe para qué fueron erigidos sus casi dos millones y medio de bloques. La Gran Pirámide es, al fin y al cabo, el misterio humano por excelencia; un enigma que aún espera a ser desvelado por el hombre.


No es un problema nuevo. Ya desde la propia antigüedad, los cronistas griegos y árabes apostillaban cada vez que mencionaban el nombre del constructor de la Gran Pirámide con un sospechoso "dicen" o un "según afirman los guías locales". Y es que, al igual que sucede con otros grandes enigmas del antiguo Egipto, como la famosa Esfinge, el Serapeum de Sakkara o el misterioso Laberinto en Hawara, no existe al día de hoy ni una sola prueba que confirme de forma científica quién fue realmente el constructor de este gigantesco monumento.
Al comenzar cualquier investigación sobre la Gran Pirámide no tardamos en darnos cuenta de que el problema de la datación de este coloso va ligado al enigma de quién mandó realmente construirla. El griego Heródoto de Halicarnaso que realizó un viaje a Egipto a mediados del siglo V a. de C. fue el primer historiador que proporcionó un nombre a los investigadores. En el libro segundo de su Historia, que lleva por título el nombre de la musa de la música, "Euterpe", Heródoto (2, 124, 1) menciona al tiránico Keops (2575 a. C.) como el constructor de la pirámide más grande de Menfis. Dicho y hecho: el arriesgado testimonio de un guía que no sabía ni que la Esfinge se encontraba en la meseta de Gizeh, tenía el "valor" suficiente como para que la egiptología más ortodoxa comenzara la gran carrera en busca de la confirmación del nombre de Keops.

Un monumento anónimo.
Por desgracia para nuestras investigaciones, de los autores que anteriormente visitaron y escribieron sobre Egipto, de quienes muy probablemente el propio Heródoto tomara más de una referencia sobre las pirámides -especialmente Hecateo de Mileto, s. VI a. C.-, no ha llegado hasta nosotros absolutamente nada.
Sin embargo, no hace falta ir tanto hacia atrás para empezar a dudar del testimonio de Heródoto, ya que todo parece indicar que el llamado por Cicerón, "Padre de la Historia", fue mal informado sobre el nombre de su constructor.
Manetón de Sebenito, sacerdote grecoegipcio de Heliópolis y promotor en su época del culto a Serapis, recibió por parte de Ptolomeo I Soter (s. III a. C.) el encargo de escribir una Historia de Egipto. Para ello, Manetón se tomó la molestia de consultar la mejor documentación de su templo, en Heliópolis. En los fragmentos 14, 15 y 16 Manetón hace una curiosa referencia al constructor de la Gran pirámide: "Sufis reinó durante 63 años. Levantó la Gran Pirámide que Heródoto dice que fue construida por Keops (...)." Este fragmento del cual conservamos varias versiones idénticas gracias a Africano y Eusebio, parece bastante esclarecedor. ¿Acaso no está dando a entender con ese "que Heródoto dice", que realmente el de Halicarnaso estaba equivocado? De lo contrario, ¿no hubiera sido mejor decir "llamado Keops por Heródoto"?
No se trata de un error de traducción. Es aquí en donde debemos tener muy en cuenta que, a pesar del valor documental que ofrece el texto de Heródoto, ya que han sido muchos los datos que se han podido corroborar por medio de la arqueología, no lo es menos que otros muchos, quizás los más, han acabado desmintiéndose. Si a esto añadimos la existencia de un libro de Manetón, hoy perdido, titulado Crítica contra Heródoto, en donde el sacerdote heliopolitano ponía los puntos sobre las íes al Padre de la Historia, todo parece indicar la escasa credibilidad de algunas afirmaciones del historiador griego, seguramente, entre ellas la del nombre de Keops.
Por si no existieran suficientes problemas, el resto de autores, para enrevesar más el asunto, ofrecen nombres diferentes al hablar del constructor de la Gran Pirámide. El griego Diodoro de Sicilia, que viajó a Egipto hacia el 60 a. de C., le llamaba Chemmis, y todos los historiadores de época árabe están de acuerdo en denominarlo Suryd.
¿Cuál de ellos tiene razón? Para algunos egiptólogos, todos, ya que se ha visto en cada una de estas denominaciones cierta relación con los dos supuestos nombres de Keops: Khufu y Hnum-Khuf.
Sin embargo, algunos egiptólogos, desoyendo los argumentos de otros investigadores, han preferido dar la razón al criticado Heródoto y buscar la prueba irrefutable que vinculara directamente la construcción de la Gran Pirámide con el faraón Keops. Y es que, más allá de los hallazgos en los monumentos aledaños a la Gran Pirámide, en donde aparece con cierta frecuencia el nombre del faraón Keops, los arqueólogos necesitaban el descubrimiento de una inscripción en la propia pirámide que subordinara de forma concluyente el monumento al nombre de Keops, prueba que, sospechosamente, apareció al poco tiempo de entenderse los jeroglíficos...

Multitud de inscripciones.
Hace dos mil quinientos años, Heródoto dejó constancia en su libro de la existencia de numerosas inscripciones en las caras de las pirámides: "y en la pirámide consta, en caracteres egipcios, lo que se gastó en rábanos, cebollas y ajos para los obreros" (Hdt. 2, 125, 6). Esta interpretación que, según cuenta el propio Heródoto, es la que le dio el sacerdote que servía de guía en su viaje por Egipto, no parece convencer a nadie; otro "histórico" resbalón del cronista griego. Por el contrario, resulta curioso que este mismo pasaje lo encontremos cuatrocientos años después en la obra de Diodoro (1, 64, 2), quizás una prueba que testifique que este último autor se limitara a copiar el texto de su ilustre antecesor.
En época árabe, Maqurizi, un cronista que vivió a la sombra de las pirámides entre el 1360 y el 1442 d. C., hacía un barrido sistemático en su Libro de la Advertencia sobre las referencias que otros autores anteriores a él habían dejado sobre el antiguo Egipto. En el capítulo XL menciona que "sobre estos monumentos los sacerdotes trazaron todas las máximas de los sabios; se escribió sobre todos los lugares posibles de las pirámides, techos, bases, murallas, todas las ciencias conocidas por los egipcios, y se dibujaron las figuras de las estrellas, se inscribieron los nombres de las drogas y sus propiedades útiles y nocivas, la ciencia de los talismanes, de las matemáticas, de la arquitectura; en una palabra, todas las ciencias." Por su parte, Ibn Khordadabah en su obra Maravillas de las construcciones, decía que las "inscripciones (sobre los bloques de revestimiento de la Gran Pirámide) son tan numerosas y frecuentes que, si las trasladaran al papel, cubrirían diez mil hojas".
Estas afirmaciones, que no son más que un botón de muestra de la inmensa cantidad de ellas existentes en la literatura árabe medieval, han hecho reflexionar a los egiptólogos sobre la posible existencia de inscripciones en las piedras de recubrimiento de la Gran Pirámide, hipótesis prácticamente admitida hoy día por todos, siempre con miras en el descubrimiento del nombre de Keops por alguna parte. Debido a que este monumento fue utilizado como cantera desorganizada en época medieval, miles de sus bloques han ido a parar a los muros de las mezquitas cairotas, perdiéndose la pista de todas estas inscripciones.
Pero, ¿qué hay de realidad en todas estas fabulosas leyendas? ¿Qué decían los miles de inscripciones? ¿Hablaban realmente de Keops o es este rey el que reutilizó un monumento construido mucho tiempo antes que él?

Una explosión de pólvora y un nombre.
Habría que esperar hasta el año 1837 para poder obtener una mínima pista que resolviera el misterio de las inscripciones de la Gran Pirámide. Dos años antes, había llegado al valle del Nilo un coronel británico cincuentón, de nombre Richard William Howard Vyse. Su interés por la egiptología, respaldado por el importante apoyo económico de su familia, le llevó a conseguir el permiso ordinario -el famoso firman- para poder excavar en la Gran Pirámide.
Este coronel, dinamitando en la célebre cámara de Davidson, situada inmediatamente sobre la cámara del rey, descubrió cinco cámaras más. Si bien todos los descubrimientos en este monumento se habían caracterizado por ser anepigráficos -sin inscripciones-, incluso la mencionada cámara de Davidson, Vyse, misteriosamente, tuvo mucha más suerte que todos sus antecesores. Y es que no sólo encontró cinco cámaras más repletas de textos, sino que en varias de ellas aparecía escrito el supuesto nombre del constructor de la pirámide, nombre que recientemente se había podido identificar en textos egipcios: la esperada prueba arqueológica que vinculaba la construcción de la pirámide con el nombre del faraón Keops.
Envuelto en el típico cartucho que recubría el nombre de todos los faraones, y escrito en tinta roja, allí parecía estar la prueba irrefutable que tanto se había estado buscando. Samuel Birch, egiptólogo del Museo Británico y encargado de estudiar las inscripciones enviadas por Vyse desde El Cairo, dio los textos como buenos, reconociendo la posibilidad de que se tratase de los nombres de Keops.
Pero, una vez pasada la emoción de los primeros momentos del descubrimiento, se comprobó que no todo el monte era orégano. Muy pronto aparecieron las primeras dudas ante tan rápido y sospechoso hallazgo.
En 1981, el investigador Zecharia Sitchin nos sorprendía a todos con su libro Escalera al cielo, en donde planteaba la posibilidad de que las marcas de cantería descubiertas por Howard Vyse en la Cámara de Campbell fueran una falsificación de su colaborador J. R. Hills. Esta teoría, siempre según Sitchin, había sido manifestada por uno de los ayudantes de Vyse quien afirmó que el coronel, necesitando justificar sus excavaciones en la meseta de Gizeh ante el cónsul británico, Henry Salt, con un descubrimiento impresionante, decidió "descubrir" la primera prueba epigráfica que vinculara directamente la Gran Pirámide con la figura del faraón Keops.
Sitchin argumentaba su teoría apoyándose en un artículo del propio traductor de los textos, Samuel Birch, en donde, sacando frases de contexto, parecía dar a entender que los jeroglíficos descubiertos por Vyse estaban falsificados. Sin embargo, contradiciendo a Sitchin, si realizamos una lectura completa del artículo de Birch podremos observar que en ningún momento se duda de la autenticidad de los jeroglíficos descubiertos por el coronel.
Sitchin también añade que la falsificación de Hills había sido realizada usando la gramática de John Gardner Wilkinson, Materia Hieroglyphica, publicada en Malta en dos volúmenes entre los años 1828 y 1830, en donde el nombre de Keops aparecía supuestamente escrito de forma incorrecta. Según Sitchin, el nombre correcto de Keops, Khufu, aparece en la mencionada gramática con un error en el primer ideograma, de suerte que Wilkinson confundió el jeroglífico j, un círculo rayado, con el disco solar, un círculo con un punto en el centro. Según Sitchin, éste es el nombre que aparece en la Cámara de Descarga de la Gran Pirámide.
Nada más lejos de la realidad, ni en la pirámide está mal escrito el nombre de Keops, ni Wilkinson confundió un ideograma por otro. Simplemente en la gramática aparece el nombre de este faraón escrito con un círculo negro en vez de utilizar la j , el círculo rayado, ideograma que, por otra parte, sí aparece en el nombre conservado en la pirámide. Aunque Sitchin no tenga razón en sus argumentos ¿demuestra nuestra explicación que las inscripciones son verdaderas? ¿Fueron realmente una hábil falsificación para justificar el firman ante Henry Salt?

Otras inscripciones
Sin embargo, y al contrario de lo que muchos investigadores creen, no son éstas las únicas inscripciones que han aparecido en la Gran Pirámide de Keops. Si hacemos caso al polémico trabajo de Vyse, Operations carried out on the pyramids of Gizeh publicado entre 1840 y 1842, en él se hace mención a muchas más inscripciones. Éstas, lejos de encontrarse en lugares inaccesibles de la pirámide, como cámaras secretas o túneles intransitables, fueron descubiertas por el coronel británico sobre algunos de los bloques de revestimiento del monumento que aún se conservaban en aquella época (1837). Vyse aseguraba que encontró algunas misteriosas inscripciones, según él marcas de los canteros que construyeron la pirámide, inscritas en color rojo o negro. En la página 226 del primer volumen de su estudio presenta una inscripción en la que podemos apreciar una serie de jeroglíficos muy deteriorados junto a un recuadro que parece contener un claro pilar Djed.
Pero ahí no queda todo. El egiptólogo L. V. Grinsell en su libro Egyptian Pyramids publicado en 1947, también hace mención a extraños grabados descubiertos en los mismos bloques, confirmando cien años después, los hallazgos del coronel Vyse. La mayor parte de estas inscripciones fueron pintadas en color rojo, siguiendo la tónica general de las otras conservadas en la Gran Pirámide. El contenido de estos textos era, según Grinsell, líneas de medida utilizadas por los arquitectos a modo de referencias o los nombres de algunas cuadrillas de trabajadores empleadas en la construcción del monumento. Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos de estas nuevas inscripciones facilitadas por Grinsell fue la presencia del nombre Hnum-Khufu, otro de los apelativos reales del faraón Keops que ya fue descubierto por Vyse en la cámara de Lady Arbuthnot en la Gran Pirámide. Hoy no queda nada de estas inscripciones ¿Se ha extendido la fiebre mixtificadora del coronel Vyse hasta nuestro siglo?
Según relata el propio Grinsell, "el mejor momento para poder ver estas inscripciones (todas pintadas de un rojo que se ha apagado con el paso del tiempo) es por la mañana muy temprano." Con arreglo a lo descrito por el arqueólogo británico, es conveniente ir con gafas de sol casi al amanecer y buscar en la cara oeste de las pirámides para poder apreciar claramente estas inscripciones. Ver para creer.
Sin embargo, Grinsell no proporciona más información que la simple mención de la existencia de estas inscripciones. Como si de una maldición se tratara, Grinsell murió recientemente sin dejar constancia ninguna de la ubicación exacta en donde se encontraban los misteriosos dibujos por él mencionados...
Otro egiptólogo de renombre, el francés Georges Goyon, en su libro Les inscriptions et Graffiti des voyageurs sur la Grande Pyramide (1944), hacía un estudio sistemático de los hallazgos epigráficos realizados hasta la época en este monumento. Para asombro de muchos, Goyon ofrecía una mención muy precisa de la ubicación de una inscripción en los bloques exteriores de la Gran Pirámide. Según Goyon la inscripción se encontraba en la "cuarta hilera de la cara oeste, piedra número 71 comenzando (a contar) por el ángulo norte. La inscripción está dibujada en pintura roja y colocada al revés."

Un amanecer mudo
Aunque parezca mentira, es triste reconocer que prácticamente nada es lo que podemos observar hoy día de estos descubrimientos realizados hace apenas cincuenta años. Quizás la razón principal a tan dolorosa pérdida, resulte un tanto contradictoria. Y es que el viento del desierto, llamado por los egipcios "jamsin", hacía que la arena cubriera las primeras hiladas de las caras occidentales de todas las pirámides egipcias, taponando incluso en ocasiones la propia entrada al monumento como ocurre en la pirámide de Amenemhat III en Hawara.
Desde que la explotación turística de todas estas pirámides ha obligado a la continua habilitación de los complejos arquitectónicos, retirando la arena siempre que fuera necesario para admirar el monumento en todo su esplendor, las inscripciones han permanecido continuamente a la intemperie, habiéndose borrado todas ellas, si es que existieron, en los últimos cincuenta años.
Aunque nadie hace caso a la advertencia de Manetón, hoy muchos egiptólogos siguen creyendo que fue Keops el constructor de la gran Pirámide. ¿Tiene sentido afirmar que el sacerdote grecoegipcio confundió los dos nombres y argumentar que Keops y Sufis son la misma persona? ¿Es que Manetón no disponía de listas reales más fiables que las nuestras, cometiendo un error tan torpe?

A pesar de todo, después de haber transcurrido no se sabe cuántos miles de años, quizás más de los que creamos, nadie tiene constancia alguna de quién fue el constructor de este misterioso monumento.

De una manera profética, Gerard de Nerval que viajó a Egipto en 1842, comentaba con doctas palabras en su Viaje a Oriente, que las inscripciones que rebosaban por todas partes en la Gran Pirámide "serán la tortura de los sabios del futuro". Lo que de Nerval olvidó señalar era que la tortura estaría en la pérdida de esas inscripciones.
Keops: un faraón sin rostro
Parece increíble que de un rey del que se le supone la construcción más importante de la humanidad, no tengamos apenas representaciones artísticas con las que hacernos una idea sobre su aspecto. A excepción de la conocida figurilla de marfil del mismo tamaño que un rey de ajedrez (7,5 centímetros), para colmo encontrada en Abydos -a casi 350 kilómetros de su gigantesca pirámide-, u otras dos estatuas atribuidas a su persona, poco más es lo que podemos decir de los retratos de este enigmático faraón.

Y es aquí en donde debemos plantearnos si realmente fue el tal Khufu el constructor de la Gran Pirámide.
La imagen política de este faraón, tampoco debió de suponer mucho respeto en la antigüedad a sus propios coetáneos egipcios. Éstos, ni cortos ni perezosos, reutilizaron los relieves de la calzada de su pirámide para decorar sus propios complejos funerarios. Esto sucedió en la pirámide de Amenemhat I (1990 a. C.) en Lischt, lugar en el que podemos encontrar numerosos relieves con el nombre "Khufu", extraídos impúdicamente de su calzada en Gizeh. En otro arrebato de locura, el egiptólogo Ahmed Fakhry propuso hace treinta años la no menos drástica iniciativa de sacrificar el conjunto de Amenemhat I desmantelándolo, para obtener más información sobre el reinado y la figura de Keops. Gracias a Dios, nadie le ha hecho caso.
autor del texto/Nacho Ares
Publicado con el mismo título en la revista Karma 7, en 2001
Un dato que añadimos, y que es de interés ante el enigma de las pirámides y que hace referencia a Manetón y la edad de las pirámides.
Manetón fue un sacerdote e historiador egipcio que vivió en el siglo III a.C. Recibió el encargo por parte del faraón Ptolomeo II Filadelfo, de escribir la historia de Egipto desde sus inicios. Para la realización de sus trabajos tuvo acceso a los textos antiguos sobre la historia de Egipto, y gracias a ello tenemos una lista ordenada de los reyes de Egipto, comenzando por Menes, el primer rey de la primera dinastía.
La obra de Manetón no se ha encontrado completa: nos han llegado pequeños fragmentos a través de varios historiadores como: Flabio Josefo, Julio Africano, Eusebio de Cesarea.
La gran pirámide, siguiendo las pistas arqueológicas e históricas, parecen datar de hace unos 4600 años. Sin embargo, si hacemos caso a lo constatado por Manetón, la edad de ellas estaría en torno a los 7000 años.
Esto no es el único dato sorprendente que nos dejó en su obra. Según contaba, antes de ese primer faraón de la primera dinastía, Egipto estuvo gobernado por dinastías de dioses y semidioses durante más de 24000 años.

jueves, 22 de enero de 2015

Puntos X: los portales que conectan a la Tierra con el Sol.

La misión será la primera en el mundo en estudiar los ‘Puntos X'. También se buscará descubrir si existe algún tipo de señalización para ingresar
En marzo de este año la NASA lanzará por primera vez una misión que estudiará este extraño fenómeno espacial

Los portales son uno de los elementos favoritos de la ciencia ficción, ya que te permiten viajar de manera instantánea de un lugar a otro. Pero este fenómeno no es un cuento, ya que tiene una traducción en la vida real.

La NASA descubrió hace años una serie de portales que conectan a la Tierra con el Sol, separados por una distancia de 150 millones de kilómetros. Sin embargo, estos no permiten un viaje instantáneo a la gran estrella.

Según la agencia espacial, funcionan como una vía ininterrumpida entre ambos cuerpos celestes, permitiendo que el tiempo de viaje se reduzca.

Los portales, llamadas ‘Puntos X', son regiones de difusión de electrones. Están ubicadas en zonas donde el campo magnético de la Tierra y del Sol se conectan, según explica el físico Jack Sucdder, profesor de la Universidad de Iowa.

Los datos recabados por la nave Themis (NASA) y las sondas europeas Cluster indican que estos portales se abren y se cierran docenas de veces al día.

Para poder descubrir más acerca de los ‘Puntos X' y este fenómeno espacial, la NASA lanzará en marzo de este año una nueva misión llamada: Magnetosfera Multiescala (MMS).

La misión será la primera en el mundo en estudiar los ‘Puntos X'. También se buscará descubrir si existe algún tipo de señalización para ingresar a estos portales cuando están abiertos.

( El Universal)

Las células son seres conscientes.

 

Escuchan lo que pensamos, sienten lo que sentimos, viven unidos a cada una de nuestras decisiones, acciones, pensamientos, emociones y vivencias, y esas huellas se impregnan en cada una de las celulas y les puede sanar o enfermar.

Por eso se dice que tus celulas escuchan lo que piensas.

Recuerda que cada sistema de tu organismo es a su vez parte de un sistema mayor… Por lo mismo cada célula en tu cuerpo, independientemente de que tipo sea, se entera de lo que ocurre con las demás.

Es por esto que tus pensamientos y emociones son escuchados y percibidos por cada una de estas células… Más aun las células de tu Sistema Inmunológico están en constante atención de las imágenes, ideas, sensaciones y emociones que experimentas…

Si tus pensamientos te llevan a experimentar temor, angustia, inseguridad… vibran en una frecuencia que inevitablemente perciben tus células inmunológicas… y cual crees que es el resultado que vibren en dicha frecuencia?

Lo que ocurre es que la increíble Farmacia Interna que existe en tu cuerpo no puede procesar y administrar de manera correcta el “Antibiótico… Analgésico” o la sustancia necesaria para combatir esa enfermedad…

Realmente nuestras células están constantemente escuchando nuestros pensamientos y percibiendo nuestros sentimientos…

No permitas que esos pensamientos y emociones interfieran con tu curación…

En nuestro organismo está la cura para cualquier enfermedad…

La SALUD es nuestro estado natural

21 mensajes que esperan que los actives.



1.-Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo lo quiso.
2.-Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.
3.-Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de todo el Universo.
4.-Aprende a no pedir amor, simplemente ama.
5.-Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.
6.-Cada día, haz un acto generoso con alguien cercano.
7.-Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.
8.-Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.
9.-No contamines tu cuerpo con tóxicos o una mala alimentación.
10.-En cuanto puedas, sé independiente. Trabaja utilizando tu creatividad y hazte adulto.
11.-Escribe un poema cada día.
12.-Busca y provoca situaciones que te hagan reír.
13.-Tiende a compartir, a colaborar a ser solidario.
14.-Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.
15.- Siente GRATITUD por todo lo que te regala el Universo. 16.- Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.
17.-Lee, estudia, conoce… experimenta por ti mismo.
18.-No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas.
19.-Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.
20.-Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, arte y salud. 21.-Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad… el planeta y el Universo

¿Qué sabes de disruptores endocrinos?

Muere la científica que nos alertó del riesgo de las sustancias que enloquecen nuestras hormonas: Theo Colborn.

Las generaciones venideras, una vez que la Humanidad se haya librado (esperemos) de la tóxica frivolidad que hoy la narcotiza, y que es la mayor peste que la azota, deberán tener muy en cuenta el nombre de Theo Colborn.

Esta científica norteamericana, que ha fallecido estos días a los 87 años de edad, pasará a los anales como una pionera que, de forma contundente, intentó abrir los ojos de unas masas humanas durmientes acerca de uno de los mayores retos ambientales y sanitarios a los que hoy nos enfrentamos. El de unas sustancias que todos tenemos ya en nuestros cuerpos y que pueden estar comprometiendo seriamente nuestra salud y la de la Naturaleza. Estas sustancias son los llamados disruptores endocrinos, sustancias capaces de alterar, con frecuencia a concentraciones bajísimas, nuestro sistema hormonal, induciendo o favoreciendo así las más variadas alteraciones, desde infertilidad a cánceres, pasando por diabetes, obesidad, malformaciones, reducción de la inteligencia....

Hoy, décadas después de aquella alerta pionera de Theo Colborn, decenas de miles de estudios científicos han desvelado más y más datos sobre esta preocupante amenaza que está muy lejos de ser una hipótesis sino que es una realidad sobradamente confirmada.

Uno de los mayores logros divulgativos de Theo Colborn, fue el libro Nuestro Futuro Robado

No en balde, en estos momentos, por ejemplo, se libra una monumental batalla en la Unión Europea, ya que se intenta que ese conocimiento científico sirva para establecer unas normas que reduzcan o eliminen nuestra exposición a los centenares de sustancias que hasta ahora se sabe que pueden tener capacidad de alterar nuestro equilibrio hormonal. Pero claro, la industria química (en especial la dedicada a fabricar pesticidas) se opone. Incluso, en estos momentos, hay abierta una consulta pública para que participen los ciudadanos de la UE y puedan así mostrar que este es un tema que les preocupa.

Lamentablemente, es probable que si fuese una encuesta sobre qué futbolista merece ganar el balón de oro más gente se hubiese enterado. Cuanto más frívolo es un asunto tanto más eco se hacen del él los medios y con más fruición lo acogen las masas.

Poca gente se ha enterado de la existencia de tal consulta, a pesar de que a lo mejor el tema tiene que ver con que cada vez haya más mujeres con cáncer de mama o que, entre otras cosas, cada vez los hombres tengan menos espermatozoides. Debe ser que es más importante el fútbol o la Pantoja que el que pueda llegar el caso de que un día aquí no haya apenas quien pueda tener hijos sin reproducción asistida (o ni incluso con ella ).

Aquí todo el mundo sabe quíen es Belén Esteban pero casi nadie Theo Colborn. Y en ese tipo de pecados está la penitencia que representan muchos de los males que sufrimos.

Casi nadie se ha enterado, decía, de esa encuesta europea, en la que veremos cuantos españolitos participan. Probablemente no sean tantos como los que participaron en la designación del Chiquilicuatre para participar en el festival de Eurovisión.

Aunque, todo hay que decirlo, las autoridades de la UE tampoco es que se hayan esforzado en divulgarlo demasiado y además han elaborado un tipo de encuesta enrevesada que casi era imposible de rellenar por un ciudadano de a pie. Por ello una serie de organizaciones han creado una plataforma más sencilla e inteligible, para que la voz de los ciudadanos se pueda hacer oir. Para que a Europa llegue la voz de la calle diciendo: "este es un tema que preocupa a los ciudadanos, así que escuchen lo que dice la Ciencia y no solo a unas cuantas grandes empresas".

Lamentablemente, Theo Colborn, que estaba muy al tanto de todas estas cosas, no podrá ya saber qué se decidirá en Europa y si, como ella quería, se hará caso o no de la voz de la ciencia, anteponiendo la defensa de la salud al dinero (o si será al contrario).

Al menos, sí que vio, por ejemplo, como la Organización Mundial de la Salud se sumó al clamor científico sobre los riesgos de estas sustancias con unos importantes informes que presentó hace menos de dos años, instando a los gobiernos a actuar reduciendo la exposición humana a estos compuestos químicos.

Con independencia de lo que hagan finalmente los gobiernos, mucho de lo que hoy está pasando en este tema, que ha merecido una enorme atención por parte de la comunidad científica, forma parte del legado de científicos pioneros como esta zoóloga presidenta y fundadora de The Endocrine Disruption Exchange (TEDX), entidad que hace un seguimiento de estas cuestiones desde su base en Paonia, un pueblo de las Montañas Rocosas, no lejos del río Colorado.

Uno de los mayores logros divulgativos de Theo Colborn, fue el libro Nuestro Futuro Robado que realizó en colaboración con otro científico, Pete Myers, y una periodista, Dianne Dumanosky. Un hito en la difusión de estos asuntos.

En Nuestro Futuro Robado, que pude leer hacia mediados de los años noventa, antes de que se publicara su edición en castellano, el lector hace un viaje alucinante al mundo de los horrores que la química sintética está produciendo en la Naturaleza. Se siente uno ante algo verdaderamente revelador e inquietante. Un poco como Neo, en la parte primera de Matrix, cuando elige la pastilla roja.

El libro nos cuenta con todo lujo de detalles como la comunidad científica comenzó a ver cosas que nunca antes habían sido vistas. Como si fuese una especie de novela policiaca, pero con todo el rigor científico, hace un repaso de muchos de los hallazgos que conmovieron a los investigadores, poniéndonos sobre la pista de los riesgos de la alteración hormonal que podían inducir las sustancias contaminantes. Una pista que, partiendo de las especies silvestres, acabaría llevándoles al descubrimiento de efectos similares en la especie humana. Porque las especies silvestres, no dejan de ser, al fin y al cabo, sino "centinelas" de la salud humana.

Nuestro Futuro Robado nos habla del asombro con el que los científicos comenzaron a ver aquellas extrañas alteraciones nunca antes vistas, en la Naturaleza. Como aquellos investigadores que vieron como las gaviotas de los contaminados Grandes Lagos, tenían pollos con graves malformaciones, nidos cuyos huevos nadie incubaba, parejas homosexuales... De modo parecido, en California, hallaron gaviotas macho que tenían oviducto, esto es, el canal por el que las hembras ponen los huevos. En Florida, los científicos que estudiaban los caimanes de un lago vieron que el 40% de ellos no eran ni hembras ni machos, sino mixtos. También, buena parte de las tortugas de orejas rojas de la misma masa de agua se habían convertido en hermafroditas. Incluso las panteras de Florida arrostraban problemas: machos feminizados, con abundantes criptorquidias, con espermatozoides venidos a menos, con un sistema inmunológico trastocado... En los ríos británicos, por su parte, también se daban casos de hermafroditismo y un alto porcentaje de feminización en los machos. Y en el Río San Lorenzo (Canadá) las belugas, además de casos de hermafroditismo, tenían el sistema inmunológico devastado. Infecciones generalizadas, neumonía, úlceras intestinales, estomacales, esofágicas y bucales, se cebaban en ellas. Además sufrían una alta tasa de cánceres de mama y de trastornos endocrinos, como el hipertiroidismo. En el Ártico, los osos polares sufrían problemas reproductivos. Y tras estas y otras muchas cosas de las relatadas en Nuestro Futuro Robado, aparecían siempre una serie de sustancias contaminantes: los llamados disruptores endocrinos

Sustancias procedentes de pesticidas, transformadores eléctricos, detergentes, plásticos, tejidos... e infinidad de otros productos y artículos de nuestra vida cotidiana. Mayoritariamente, sustancias sintéticas, a las que estamos expuestos de continuo los seres humanos.

Fue a finales de los años 80 del pasado siglo cuando Theo Colborn, que trabajaba entonces para el World Wildlife Fund y The Conservation Foundation en Washington, DC, elaboró un informe sobre lo que estaba pasando con la fauna a causa de la polución química en los Grandes Lagos, alertando sobre los horribles efectos vistos en algunas especies, y sobre el hecho de que estos eran compatibles con efectos que se estaban viendo también en los humanos. Aquel informe y otros posteriores de Theo Colborn estaban inaugurando una línea de investigación que sería muy fértil y que hoy en día es fundamental a la hora de evaluar los efectos de las sustancias que pueden afectar a la salud humana. No mucho después, en 1991, esta científica convocaría el mítico encuentro científico de Wingspread, en Wisconsin, a partir del cual comenzó a usarse el término de disruptores endocrinos. De aquella reunión emanaría una famosa declaración científica que serviría para alertar a la comunidad internacional acerca de este problema.

La "Declaración de Consenso de Wingspread sobre las alteraciones químicamente inducidas en el desarrollo sexual y funcional: la conexión fauna salvaje/seres humanos", afirmaba que "muchas poblaciones de animales salvajes están ya afectadas por estos compuestos químicos. Los impactos incluyen disfunción tiroidea en aves y peces, pérdida de fertilidad en aves, peces, mariscos y mamíferos; descenso del éxito reproductor en aves, peces y tortugas; graves malformaciones congénitas en aves, peces y tortugas; anomalías metabólicas en aves, peces y mamíferos; alteraciones de la conducta en aves; desmasculinización y feminización en machos de peces, aves y mamíferos; defeminización y masculinización de hembras de peces y aves; y daños en los sistemas inmunológicos de aves y mamíferos"

Y consideraban que estaba claro que "algunos de los efectos adversos que se ven en humanos hoy son vistos en adultos que nacieron de padres expuestos a disruptores hormonales sintéticos (agonistas y antagonistas) liberados en el medio ambiente. Las concentraciones de una serie de agonistas y antagonistas sintéticos de la hormona sexual presentes en la población humana de los Estados Unidos hoy están en el rango y la dosis a la cual se dan efectos en la fauna salvaje. De hecho, se han visto efectos a los niveles más bajos de las actuales concentraciones ambientales de estas sustancias"

Y concluían que: "a menos que la carga ambiental de disruptores hormonales sintéticos sea disminuida y controlada, es posible que se produzca una disfunción de gran escala a nivel poblacional. El alcance y el riesgo potencial para la vida silvestre y los seres humanos son grandes debido a la probabilidad de la exposición repetida o constante a numerosos productos químicos sintéticos que son conocidos por ser disruptores endocrinos".

El crecimiento del conocimiento científico que siguió a esta declaración ha sido tremendo. Se han realizado millares de estudios sobre los efectos de los disruptores endocrinos. En parte, no cabe duda, es algo que hay que agradecer a esta mujer ya que jugó un papel muy importante en el origen de todo.

Alguien que, en mi opinión, habría merecido un premio Nobel mucho más que algunos de sus receptores, en algún caso, incluso, personas que contribuyeron a algunos de los problemas que Colborn denunció (como por ejemplo, el que descubrió el uso como insecticida del DDT).

Nacida en 1927 en una localidad de New Jersey Theo Colborn manifestó pronto un amor por las aves y la naturaleza salvaje que le acompañaría toda la vida. Durante unos años se dedicaría profesionalmente a la Farmacia, que es lo que había estudiado inicialmente, en New Jersey, hasta que en los años 60 se trasladó al oeste, a espacios más salvajes. Allí, acabaría introduciéndose cada vez más en el mundo de la ciencia y el activismo ambiental, especialmente a partir de mediados de los 70. Su espíritu me recuerda, en alguna medida, al de ésa otra gran científica norteamericana, Rachel Carson, la autora de Primavera silenciosa a la que, por cierto, Theo admiraba.

Colborn establecería contacto y colaboraría con entidades como la Estación Biológica de las Montañas Rocosas en el estudio de la contaminación de las aguas. Finalmente, a finales de esa década, tras muchas actividades realizadas, decidió volver a estudiar para convertirse en una experta en asuntos de contaminación de las aguas, obteniendo después además, entre otras cosas, un doctorado, a los 58 años de edad, en zoología. Estudiaría los más diversos aspectos de epidemiología, toxicología, química del agua... Como manifestaría posteriormente, necesitaba esos títulos para que se le prestase la debida atención. Trabajaría en la Oficina de Asistencia Tecnológica de Washington sobre asuntos de polución atmosférica y, posteriormente con World Wildlife Fund y The Conservation Foundation momento en el que estudiaría las consecuencias de la contaminación de los Grandes Lagos, realizando diversos informes para organismos oficiales. Esos y otros trabajos acabarían llevándola al desarrollo de una nueva visión acerca de los efectos de los contaminantes químicos sobre la salud humana y de los ecosistemas que abrirían la puerta a todo lo que hoy se sabe acerca de los disruptores endocrinos, esas sustancias que, en especial cuando nos exponemos a ellas cuando estamos en el seno materno pueden tener efectos tan sutiles como graves.

Es imposible sintetizar en un artículo breve como este todo lo que hizo y ha representado Theo Colborn que, en sus últimos años, aparte de seguir publicando en revistas científicas, hizo un notable esfuerzo por alertar, por ejemplo, acerca de los riesgos de los productos químicos empleados en el "fracking" o fractura hidráulica, polémico método de obtención de gas del subsuelo.

El mayor honor que podría hacérsele es que alguna vez los ciudadanos y en especial los políticos estuviesen a la altura del reto que estos contaminantes, asociados por la comunidad científica a una parte del auge de importantes problemas sanitarios, se tomasen en serio lo que se sabe sobre ellos y se actuase, sin plegarse a las dudas artificialmente creadas por la industria para crear la coartada de que hay una falsa "controversia" científica que realmente no hay.

Los diseñadores químicos en su fiebre creadora al servicio de los negocios industriales, pensando solo en las aplicaciones utilitarias concretas, y desde una óptica reduccionista que no contemplaba debidamente los posibles efectos que podían causar estas sustancias en la trama viviente, han generado decenas de miles de sustancias sintéticas que se producen anualmente en órdenes de cientos de millones de toneladas.

La química de la Biosfera y la química de la "tecnosfera" como comento en mi libro "La Epidemia Química", que no es más que un intento periodístico de divulgar los hallazgos de científicos como Colborn, han entrado en colisión.

Si el hombre producía en 1930 un millón de toneladas de química sintética, en la actualidad pueden ser cerca de 800 millones de toneladas anuales. Una parte de esta química sintética son disruptores endocrinos. Sustancias que pueden actuar a bajísimas concentraciones, causando alteraciones en la trama de la vida, especialmente cuando el ser que se expone a ellas es una criatura en desarrollo, como un embrión o un feto dentro de su madre.

Theo Colborn dedicó su vida a abrirnos los ojos sobre este problema.

Hagamos caso de lo que nos dice la comunidad científica. Miremos a nuestro alrededor y veamos como de unas décadas a esta parte crecen una serie de desarreglos metabólicos, problemas en el desarrollo neuronal de los niños, problemas reproductivos, cánceres hormono-dependientes (como los de mama, próstata o testículos)... y otros problemas. E intentemos saber un poco acerca de la relación que todo esto puede tener, en mayor o menor medida, con nuestra exposición cotidiana a una serie de sustancias. Si se llega un día a que una parte de la población sepa de esto solo la centésima parte de lo que sabe de ciertos personajillos de la prensa rosa, de los futbolistas y otras tantas intrascendencias, es probable que todavía quepa una esperanza.

fuente/ Estrella Digital

¿Groenlandia esta siendo afectadfa or el cambio climático?. Buscamos respuestas.

Dos enormes lagos bajo la capa de hielo de Groenlandia se han secado en pocas semanas. 

El fenómeno pone de relieve un "catastrófico" cambio medioambiental.

Unos investigadores que estaban levantando un mapa de la capa de hielo de Groenlandia han descubierto que dos lagos bajo el hielo que contenían miles de millones de litros de agua "se drenaron" rápidamente, probablemente en pocas semanas, informa el portal científico ScienceDaily.

El proceso ha dejado un cráter de más de un kilómetro y medio de diámetro en tan solo pocas semanas. El otro lago se ha llenado y vaciado en dos ocasiones en los últimos dos años.

Dos equipos de investigadores publicaron sus hallazgos por separado en las revistas científicas 'The Cryosphere' y 'Nature'. De acuerdo con Ian Howat, profesor asociado de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Ohio, que dirigió uno de los equipos, los hallazgos demuestran un cambio medioambiental "catastrófico".

"El hecho de que nuestro lago fuera muy estable durante al menos varias décadas, y luego se secara en cuestión de semanas, o menos, después de unos veranos muy calientes, puede ser una señal de un cambio fundamental que ocurre en la capa de hielo", explicó Howat.

fuente/RT
 

¿Se imaginan las ciudades con sus edificios convertidos en bosques verticales?.